jueves, 5 de abril de 2018

Al garete



Sopor. Quietud malsana. Olas lánguidas desvaneciéndose con desgano contra la proa. Aguas yermas. Un viejo barco se interna en la inmensidad del océano bajo la indiferencia del sol metálico de mediodía. Los únicos tres tripulantes de la embarcación,  recostados en sus literas con la resignada nostalgia de quienes después de mucho tiempo deciden entregarse a su suerte, sin luchar.